Los atrapasueños, conocidos también como dreamcatcher, se dieron a conocer hace muchos años en la tribu Ojibwa por los nativos Norte Americanos. Todo comenzó cuando Lakota, líder espiritual de los indios de Norte América, subió a una montaña y se encontró con la imagen de Iktomi, maestro bromista de la sabiduría. Este parecía una araña y mientras le hablaba en un idioma que sólo líderes espirituales entendían, tejía una especie de telaraña.
Iktomi le hablaba sobre el círculo de la vida en donde nacemos y nos cuidan, llegamos a la edad adulta que es la plenitud de la vida y luego la vejez donde vuelven a cuidarnos y es cuando se cierra el círculo. Le explicó que los seres humanos estamos hechos de energías, tanto positivas como negativas y que por eso debemos regirnos por lo bueno para lograr mantener la armonía entre tribus.
Al saber esto, Lakota, le transmitió el mensaje a su gente y desde ese momento, el atrapasueños se convirtió en un amuleto de suerte, un estímulo de protección para canalizar las pesadillas de los niños. En la red, telaraña, se mantienen los sueños buenos, y por el agujero del medio se van los sueños malos.
Su uso ha aumentado pues hoy en día no es sólo un amuleto que se mantiene en las habitaciones, es una decoración en la casa, en tiendas, oficina, coches, vestuario, etc.
Sus colores, plumas e hilos le dan un toque exótico. Quien los usa emana positivimo y armonía. Es importante tomar en cuenta su significado ya que están hechos para filtrar las vibras y dejarnos con las buenas; es una forma de protección y libertad en el ser.
Gracias a la fundación juguemos en el bosque en Colombia, hoy mediante la venta de estos preciosos atrapasueños pueden hacer realidad los sueños de muchas personas y estar al lado de niños y niñas enseñándoles estas maravillosas técnicas para que con sus manos sanadoras puedan formarse y luchar juntos por sus sueños.